Condiciones

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Teniendo en cuenta que podemos definir un crédito o préstamo como una operación financiera mediante la que una persona o entidad entrega una cantidad determinada de dinero a otra, podríamos decir que las condiciones serán todas aquellas circunstancias aplicables a dicha operación que determinarán cuándo y qué cantidad deberá ser reintegrada al prestador.

Es decir, para que una entidad conceda un préstamo impone a la persona que lo va a recibir una serie de obligaciones de imprescindible cumplimiento. Por ejemplo, la determinación del tiempo en el que el crédito deberá ser totalmente reembolsado, ya es una condición que impone quién presta el dinero.

Otra condición importante es el tipo de interés que se aplica a la operación, que no es más que la cantidad extra de dinero que ganará la empresa que presta el dinero, o dicho de otra forma, lo que cobrará por haber realizado ese servicio.

En ocasiones, se habla de un tipo de interés nominal, pero el cálculo más fiable y que resulta más transparente para la persona que va a recibir el préstamo es la denominada TAE (Tasa Anual Equivalente). La TAE añade al tipo de interés nominal las posibles comisiones y gastos de gestión aplicables al préstamo.

Esas comisiones entran también dentro del apartado de condiciones impuestas a la hora de solicitar un préstamo. Existen comisiones de diversos tipos y no todas son aplicadas por todas las empresas de préstamos. De hecho, muchas eliminan las comisiones en ciertas promociones a determinado plazo o por una cantidad concreta. Dentro del amplio abanico de comisiones existen las de apertura, estudio, cancelación o amortización parcial, entre otras.

Como al concretarse el préstamo se indicaba un plazo determinado de devolución de la cantidad inicial y sus correspondientes intereses, el incumplimiento de ese compromiso también suele acarrear la aplicación de unas condiciones que la empresa establece como norma general. Así, el hecho de solicitar un aplazamiento o prórroga respecto al plazo prescrito de antemano implica unos cargos adicionales que supondrán recalcular la deuda.

Pero aún es peor superar el plazo fijado sin haber satisfecho la deuda, porque las condiciones aplicables son aún más duras, fijando una serie de cargos extras y consecuencias como la inclusión del cliente en los ficheros de morosos e impagados como ASNEF, lo que supone muchas desventajas futuras para el usuario, tanto a la hora de solicitar otro crédito como para emprender algún tipo de negocio.