La titularidad de la cuenta bancaria hace referencia a la propiedad de la misma. En otras palabras, permite identificar al propietario legal de los fondos depositados en dicha cuenta.
En este sentido, podemos hablar de distintos tipos de cuentas: individuales, mancomunadas, subordinadas e indistintas. Las primeras, las denominadas cuentas individuales, son aquellas abiertas a nombre de un único titular, mientras que todas las demás cuentan con varios titulares.
Sin embargo, hay importantes diferencias entre ellas. En las cuentas mancomunadas, también conocidas como cuentas conjuntas, todos los titulares deben firmar para poder disponer del dinero. En las cuentas indistintas, por el contrario, basta con que firme un solo titular. Y en las de titularidad subordinada, lo que ocurre es que se pueden establecer distintos niveles en función de si se necesita la firma de titulares superiores o no.
Esto se aplica a todo tipo de personas jurídicas, incluidas las sociedades anónimas y las sociedades limitadas. De aquí se deriva que también las sociedades comerciales han de establecer si sus cuentas bancarias son individuales o de otro tipo.
En este caso, además, puede ocurrir que haya personas físicas con permiso para firmar aun sin ser los titulares de la cuenta. Estas personas se denominan apoderados y solo pueden utilizar los fondos para los gastos de empresa que la sociedad haya previsto.
En los casos de cuentas bancarias con varios titulares, algunas veces se generan conflictos, ya sea entre los propios titulares, con el banco o con terceros, como es el caso de Hacienda. Para evitar problemas en la medida de lo posible es aconsejable tener muy presente que la razón de ser de las cuentas de titularidad compartida reside precisamente en una relación de confianza. Y también debemos tomar medidas para actuar en caso de que la relación entre los cotitulares desaparezca.
Uso de Cookies
Este sitio utiliza cookies para mejorar la experiencia de sus usuario. Por favor, visita nuestra política de privacidad para obtener más información sobre el uso que les damos.